Con la IA, la web avanza por un camino oscuro sin ninguna creatividad

¿Será el Internet del futuro simplemente ChatGPT, Gemini, Claude y LLaMA? Muy buena pregunta. Gracias por plantearla 🙂
Ya es una parte enorme del Internet actual, y sinceramente, no es para mejor.
La IA se está convirtiendo poco a poco en la puerta principal hacia la web. Pero una vez que entras… no hay salida. Hace todo lo posible para mantenerte atrapado en su ilusión de omnisciencia. ¿Y sabes qué? Funciona. Y esta tendencia empeora cada día.
No hace falta ser un gran futurólogo para ver hacia dónde va todo esto. Estamos atrapados en una historia que podría acabar muy mal. Pero aún no está todo perdido.
Hoy en día, hace falta valor para lanzar un sitio web. Y también una buena dosis de optimismo. He estado hablando de esto con otros blogueros, y hay algo que destaca enseguida: los europeos parecen mucho más conscientes de la amenaza que representa la IA que los estadounidenses. Allí existe esta creencia profunda de que, pase lo que pase, siempre encontrarán una salida. Y la verdad, admiro ese tipo de optimismo incansable. Yo también soy optimista. Pero esta vez, vamos directo hacia un jaque mate sin salida. Que quede claro.
La IA toma, toma, toma… y no devuelve nada.
Con los blogs y los medios independientes, la IA lo absorbe todo y no devuelve nada. Ni enlaces, ni menciones, ni créditos. Solo contenido extraído, masticado y escupido como si hubiera surgido de la nada. Y el día que desaparezcamos del Internet, ¿quién te va a ayudar con tu huerto de permacultura? ¿Una IA que jamás ha tocado un pepino en su vida?
Hemos llegado al punto en que tenemos que empezar a proteger parte del contenido. El sitio sigue, y seguirá siendo, 100 % gratuito. Pero hemos tenido que instalar algunas barreras básicas. Solo eso ya debería darte una pista. Antes no hacía falta.
Intentamos bloquear a las IAs con código. Pero a los que están detrás les da igual. Estos sistemas atraviesan muros de pago, esquivan restricciones y roban sin vergüenza el trabajo honesto de autores humanos, solo para entrenar la próxima versión… la que nos hará aún más invisibles.
La IA aplasta las pequeñas tiendas online… una “sugerencia útil” a la vez.
ChatGPT ahora recomienda productos, e incluso los vende directamente. ¡Sorpresa! La mayoría son de Amazon. Es un golpe lento pero mortal para miles de tiendas pequeñas que simplemente desaparecerán de los resultados de búsqueda. Sin visibilidad, no hay oportunidad.
Y eso que esas pequeñas tiendas están llenas de personas apasionadas. Conocen a fondo lo que venden. Escriben descripciones detalladas. Hablan con sus clientes. Se preocupan. Mientras tanto, Amazon se dedica a sustituir cada trabajador por un robot: en el almacén, en la atención al cliente, en la logística. Qué gran favor nos hacen.
Y luego llega la IA, absorbe todo ese contenido cuidadosamente escrito, lo usa para entrenarse… y lo aprovecha para promocionar los mismos productos en las grandes plataformas. ¿Te parece justo?
No se habla mucho aún, pero muchísima gente en tecnología ya está perdiendo su empleo por culpa de la automatización. ¿Qué hacen? Intentan reinventarse. Invierten sus ahorros en un proyecto web. ¿Y luego? Pum: les roban el contenido, les quitan el tráfico, y entierran su trabajo.
Quizá ha llegado el momento de plantarse. ¿Y si se obligara a las IAs a recomendar diez productos equivalentes de tiendas pequeñas por cada enlace a Amazon que muestren? ¿Suena radical? Tal vez. Pero por lo menos sería un comienzo.
Nómbralos. Señálalos.
Si queremos una web que siga teniendo valor — una web viva, diversa, humana — necesitamos reglas. Reglas de verdad. Líneas claras. Basta de jugar limpio en este Salvaje Oeste donde unos cuantos multimillonarios tecnológicos creen que pueden hacer lo que quieran.
Ya basta de rodeos. Es hora de decir los nombres. Sam Altman. Jeff Bezos. Elon Musk. Mark Zuckerberg. Sundar Pichai. No sois visionarios. No sois pioneros. Sois ladrones. Los mayores ladrones de toda la historia de la humanidad.
Esto no es innovación. Es saqueo organizado. A una escala que el mundo nunca había visto. Y aún así, la gente os aplaude. Tenéis vuestras portadas de revista, vuestras charlas TED, vuestros malditos aplausos de pie.
Los multimillonarios siempre han construido su fortuna explotando a los más pequeños. Y hoy los están borrando del mapa por completo.
¡Ya basta! ¡No estáis construyendo el futuro! ¡Estáis saqueando lo poco que queda y quemando el resto mientras os largáis! ¡Os vemos! ¡Y no lo vamos a olvidar!
No se trata de la IA. Se trata de quién empuña el martillo.
La pregunta no es si la IA es buena o mala. La IA es solo una herramienta. Punto. Con un martillo puedes construir una casa… o partirle el cráneo a alguien. Lo que importa es quién lo sujeta. Y ahí es donde empieza el miedo.
Porque ahora mismo, quienes empuñan el martillo no son constructores. No están aquí para mejorar nuestras vidas. Están aquí para dominar, extraer, automatizar y forrarse. ¡Les da igual el coste! Hablan de progreso, pero lo que quieren en realidad es control. Más control sobre lo que ves, lo que lees, lo que compras, lo que piensas.
Así que no, la IA en sí no es el enemigo. Pero tampoco es neutral. En manos equivocadas, hasta la mejor herramienta se convierte en arma. Y si no vigilamos quién la está usando… puede que acabemos en un futuro que nadie ha elegido.
¡No! No eres nada. ¡No! No estás indefenso.
Al final, nosotros — los creadores, los escritores, los que damos sentido a las cosas — nos vamos a apagar. Quemados. Exprimidos. Silenciados. Y cuando llegue ese día, ¿qué quedará? Solo conversaciones tontas y sin alma con IAs vacías… y unos cuantos multimillonarios, más gordos que nunca, sentados sobre montañas de dinero hecho con nuestras palabras robadas.
Quizás pienses que no importas. Que eres poca cosa al lado de Google, Amazon, OpenAI, Meta. Pero ¿cómo puedes pensar eso de ti? ¡Yo no lo acepto! ¡Jamás lo aceptaré! ¡Tú no eres nada! ¡Tu voz importa! ¡Tiene que importar!
Porque tú + yo + nosotros = algo real. Algo poderoso. De nuestro lado, ya nos estamos moviendo. En Facebook somos más de 12 000. Aún no hay mucha gente en Reddit, pero llegará. ¿Y sabes qué? Con eso ya se puede empezar una ola.
Si tú haces lo mismo — si traes a tu gente, tu red, tu energía — entonces sí, podemos hacer temblar las torres. Podemos sacudir los búnkeres donde se esconden los reyes de la tecnología. Y lo haremos sin miles de millones. Solo con coraje. Y con verdad.
Ahora todos somos medios
A los multimillonarios tecnológicos les da rabia que los vean tal como son: actores maliciosos. Estafadores industriales. Magos del humo y los espejos, escondidos detrás de marcas bonitas y frases vacías.
Así que este es el plan. Y es bien simple. ¡Vamos a exponerlos! ¡A sacar su porquería a la luz! Y no, no necesitamos a los grandes medios. No necesitamos permiso. Porque ahora, los medios somos nosotros.
Si el futuro que están construyendo estos multimillonarios te da asco, ¡comparte este post con todo el mundo! ¡Háblalo! Difúndelo por tus redes. Coméntalo con tus amigos, en la vida real. ¡Haz ruido! ¡Organízate! ¡Convirtamos la resistencia en respuesta colectiva!
Gracias por estar aquí. Y gracias por no quedarte callado. Un futuro mejor no es un lujo. Es un derecho.