¿No entiendes nada de la cripto ética? Por fin explicaciones simples para pasar a la acción

Para ser sincero, hace seis meses no entendía absolutamente nada de criptomonedas. Entonces se me ocurrió escribir un artículo sobre el tema. Solo para comprobar si la cripto podía ser una alternativa creíble frente a las finanzas tradicionales. Así que, ante semejante reto, me tomé el tiempo necesario para entender a fondo los entresijos de este concepto tan de moda. Y, para que veas que hablo en serio, incluso abrí una billetera cripto en una plataforma muy conocida, solo para aprender practicando.
Al final, diez pequeños euros bastaron para financiar esta dolorosa experiencia. Y digo dolorosa porque, desde el primer momento, meterme en el mundo de la cripto mainstream fue como saltar de cabeza a una fosa de estiércol. De golpe me encontré en un universo paralelo dominado por estafadores y los peores tiburones de la especulación. Pero, por suerte, poco a poco descubrí una cara oculta de la cripto que me hizo pensar que no hay que tirarlo todo a la basura. Todo esto lo vas a descubrir con detalle en este artículo. Y créeme, ¡es realmente apasionante!
¿No entiendes nada de la cripto especulativa? Aquí tienes por fin una explicación sin pelos en la lengua.
Empecemos por el lado más ridículo de la cripto. Me refiero, por supuesto, a esos payasos que se autoproclaman visionarios y desfilan en Lamborghini por las calles de Dubái diciendo que han reinventado el dinero. La única cosa que realmente reinventaron fueron técnicas de marketing brutales para sacarles la pasta a los más crédulos.
Y junto a eso, se hunde uno todavía más en la miseria moral con esos influencers de saldo que alquilan un coche de lujo durante lo que dura un vídeo. Detrás de su jerga de “expertos” se esconden pequeños timadores que te venden, con toda seguridad, un billete solo de ida hacia la ruina. Con ellos, acabas enseguida con una billetera llena de criptos sin valor, bautizadas con nombres de memes, de animales o de los delirios de un tipo pasado de vodka con Red Bull.
Y eso sin hablar de ciertas plataformas de intercambio que no tienen ni la seguridad de un diario adolescente con candado. ¡Y eso con suerte! Porque muchas no son más que estafas montadas de arriba a abajo por mafias organizadas. En resumen, la cripto especulativa es una jungla digital cuyo único objetivo es engordar la fortuna de libertarios que tienen poco o nada de filántropos. Basta con comparar las promesas de la cripto mainstream con los delirios de los gurús de Silicon Valley y los capitalistas más radicales. Y, seamos francos, hay motivos de sobra para preocuparse en serio.
¿Has comprado shitcoins promocionadas por estafadores como Trump, Musk y otros charlatanes?
Pues entonces no vengas a llorar si tu “gran inversión” se desinfló más rápido que una promesa electoral. Porque no fue un accidente inesperado. ¡Al contrario! Fue un desastre anunciado, con carteles luminosos gritando: No lo hagas, estas promesas son demasiado bonitas para ser ciertas. Y aun así, si te lanzaste de cabeza, mala suerte. Ya es demasiado tarde. Unos cuantos millonarios brindarán con champán de añada por tu salud. Y eso es todo lo que sacarás.
Ahora bien, si de verdad caíste en la trampa, lo entiendo perfectamente. Pensaste que te harías rico con un Monopoly digital vendido por gente cuyo único mérito es generar ruido mediático. Estaba escrito desde el principio. Porque cuando Trump, Musk o cualquier otro manipulador con menos prensa lanza una cripto, no lo hace por tu libertad. ¡Y mucho menos para que tú te enriquezcas! Lo hace por su ego y para vaciar tu billetera en el proceso.
¿Y aún quieres más? ¡Ningún problema, facilísimo! Compra NovaFuture Coin, que según dicen pronto se disparará. Podrás multiplicar tu capital por 1000 %. Así dejarás de trabajar, te comprarás un cochazo y estarás rodeado de bellezas. De hecho, te escribo ahora mismo desde mi yate amarrado en Hawái para compartir contigo este gran secreto. Pero ojo, no olvides darle a la campanita, suscribirte a mi newsletter y comprar mi e-book. Y, por supuesto, este plan que publico abiertamente en Instagram y YouTube tiene que quedarse entre nosotros. Será nuestro pequeño secreto para que te hagas rico. ¿Y por qué lo hago? Aunque no te conozca de nada, me da la impresión de que tienes buena cara. Así que haré que llueva dinero sobre ti gracias a mis súper algoritmos programados con GPT-2. Pero no perdamos tiempo, corre a comprar NovaFuture Coin, porque mientras hablamos su precio no para de subir y te puedes perder la oportunidad de tu vida. Invierte ya o quédate en el bando de los perdedores.
La mayoría de las criptos: 99 % marketing y 1 % realidad
Basta de bromas, volvamos a la tierra. Ya nos ocuparemos de los estafadores a su debido tiempo. El universo cripto es como una bola de discoteca. Brilla, gira, invita a la fiesta… Pero por dentro está vacío. Sí, algunos se han hecho millonarios. Eso es innegable. Pero por cada historia de ensueño hay miles de personas arruinadas. Y, si te fijas bien, muchas de esas “historias de éxito” acabaron en pesadillas con cárcel incluida. Otros terminaron más pobres que al principio. Y no pocos se suicidaron tras los escándalos. En resumen: la cripto mainstream está a años luz de ser un cuento de hadas.
Y ya escucho a algunos decir: “¡Pero existen las stablecoins!” Gran cosa. Incluso las stablecoins, que supuestamente están vinculadas al euro o al dólar, pueden hundirse en cuestión de días. No te dejes engañar por la palabra “estable”. En 2022, TerraUSD prometía paridad con el dólar. Se derrumbó en cuestión de días, causando pérdidas multimillonarias. ¿La razón? Su sistema algorítmico se basaba en un equilibrio frágil. Cuando la confianza se resquebrajó, el pánico desencadenó una espiral de ventas masivas. Cada inversor quería vender antes que los demás. Resultado: la desaparición total del valor. Y con otras stablecoins, incluso respaldadas por reservas en dólares o euros, las dudas son enormes. ¿Qué reglas exactas las rigen? ¿Qué transparencia real existe sobre esas reservas? ¿Son auditadas? ¿Por quién? ¿Y qué pasa si el banco que las guarda quiebra? En una crisis de liquidez, ¿podrás canjear realmente tu dinero virtual por la moneda prometida? Demasiadas preguntas, ninguna respuesta clara. Y eso da bastante miedo.
Así que si sueñas con hacerte multimillonario sin mover un dedo, aquí tienes un buen consejo de amigo: haz como Musk o Trump, nace con padres millonarios y sé despiadado con los demás. Pero como lo más probable es que tus padres no sean millonarios, mejor cambia de plan. Intenta ser mejor persona día a día y abandona ese sueño cutre de convertirte en un payaso con purpurina adorado por una panda de ingenuos. Cómprate un trozo de tierra y planta verduras. El rendimiento es imbatible. Una semilla de tomate da tres kilos de frutos. Al final, parece que solo la naturaleza cumple de verdad sus promesas. Y eso ya es bastante.
No hay que tirar al bebé cripto con el agua sucia
Sí, la cripto mainstream es una jungla. Pero no es todo lo que hay. Bajo esa gruesa capa de trampas y postureo existe una versión ética que es 100 % transparente y realmente revolucionaria. Se llama cripto ética. Y vale la pena interesarse, porque en este sistema descentralizado no hay bancos jugando al casino con tu dinero, ni millonarios redactando las reglas desde sus yates, ni estados cambiando las leyes cuando les conviene.
¿Suena demasiado bonito para ser verdad? ¿Piensas que seguro hay trampa? Es normal. Pero la cripto ética no te pide un acto de fe ciega. Al contrario: te permite verificar por ti mismo cómo funciona, sin intermediarios ni letras pequeñas escondidas en contratos. Al final, lo único que hay es código abierto, seguridad y libertad.
“¡Pero sigue siendo dinero virtual!” Sí, igualito que tu cuenta bancaria
Quizás te incomoda pensar que la cripto son solo números en una pantalla. De acuerdo, puede dar respeto. Pero despierta: con tu banco pasa lo mismo. ¿De verdad crees que hay billetes o lingotes de oro esperando con tu nombre en una caja fuerte? Esas cifras son simples datos en servidores. Nada más. Y para colmo, ni siquiera tú tienes las llaves de tu propio dinero.
Con la blockchain, cuando se usa bien, lo ves todo. De dónde viene tu dinero, adónde va y para qué se usa. Todo en tiempo real y sin posibilidad de trucos. Quizá no sea tan perfecto como un mundo sin dinero al estilo Star Trek, pero al menos es honesto.
Claro que ha habido escándalos en la cripto. Tienes toda la razón respecto a las monedas libertarias de casino. Pero, ¿y los bancos? Acuérdate de Lehman Brothers en 2008. O de Chipre en 2013, cuando los bancos directamente chuparon el dinero de las cuentas de sus clientes. No fue un error. Fue totalmente deliberado. Que sirva de lección. Porque cuando falla un banco o un servicio de pago, solo te queda llorar, presentar una queja inútil o desahogarte en Twitter. Con una cripto seria y ética, en cambio, tienes una oportunidad real de recuperar tu dinero, porque sabes dónde está. Lo del “dinero que desaparece” es solo otro truco del circo financiero.
La cripto ética y la blockchain son otro mundo
Lejos del ruido y de los estafadores de TikTok e Instagram, existen alternativas reales construidas por desarrolladores serios con el objetivo de reparar un sistema moribundo que ya no tiene futuro. Y si no oyes hablar de estos proyectos es porque sus creadores no lanzan anuncios cutres en Instagram grabados en supuestos pisos de lujo en paraísos fiscales. Sus valores se basan en la utilidad para la comunidad, no en la avaricia.
¿Para qué sirve entonces? Aquí tienes un ejemplo concreto: protocolos de código abierto que ya permiten enviar dinero al instante a cualquier parte del mundo, sin comisiones bancarias absurdas ni bloqueos arbitrarios. Plataformas donde tus activos son realmente tuyos.
Lo importante es esto: la cripto ética funciona siempre sobre organizaciones descentralizadas que toman decisiones colectivas sin jefes ocultos. Mientras los payasos de los shitcoins hacen su show, la moneda transparente se va construyendo poco a poco, en silencio, para imponerse con el tiempo como una alternativa inevitable.
¿Qué es exactamente una blockchain?
Antes de ir más lejos, hay que entenderlo bien: la cripto ética se basa totalmente en la blockchain. ¿Cómo funciona? Básicamente, una blockchain es un registro distribuido, almacenado y validado a la vez por miles de ordenadores independientes. Cada transacción es visible para todos y no se puede modificar después. Para que sea realmente ética hacen falta dos condiciones. Primero: no debe existir una autoridad central que lo controle todo. Es decir, ningún banco ni estado que manipule la moneda en secreto. Segundo: todo el código que hace funcionar la blockchain debe publicarse de forma abierta y ser verificable por cualquiera, lo que garantiza transparencia total. Es lo contrario exacto de un software propietario encerrado en los servidores de un GAFAM. En la práctica significa que la confianza ya no se apoya en instituciones opacas, sino en la transparencia colectiva y la verificación mutua. Este es el cimiento técnico que permite imaginar una moneda justa y resistente a la manipulación.
Lo que debería ser una moneda libre
Hoy en día, el dinero en circulación tiene poco que ver con la realidad. En los mercados financieros se especula con trigo, arroz o maíz como si fueran caballos de carreras. Los precios suben o se hunden al ritmo de las manipulaciones de los traders, sin importar las cosechas reales. Esto genera situaciones intolerables: silos llenos de cereales y, al mismo tiempo, millones de personas cayendo en el hambre porque unos tiburones manipularon el precio de compra.
Una moneda libre debe romper ese mecanismo. No puede estar indexada a apuestas financieras, sino basarse en intercambios reales y medibles. También puede funcionar sobre la base de servicios: una hora de trabajo por una hora de trabajo. O un saber transmitido a cambio de un bien producido. Y, como ya insinuamos, debe anclarse siempre en la disponibilidad real de un recurso. Si la energía producida abunda, la moneda refleja esa abundancia. Si un recurso escasea, la moneda ajusta automáticamente su valor sin pasar por la especulación. En definitiva, es el espíritu ancestral del trueque, pero agilizado y accesible en todo el planeta gracias a lo digital.
Para que este sistema funcione a gran escala, la moneda libre debe apoyarse en una gestión algorítmica. Eso significa que las reglas que la rigen no deben escribirse en secreto por banqueros o políticos, sino en un debate democrático abierto a todos. Al fin y al cabo, el dinero nos concierne a todos. Y, por tanto, todos deberíamos tener voz en un tema que influye tanto en el rumbo de nuestras vidas.
Ya sentadas las bases, veamos ejemplos concretos de lo que se podría hacer con una moneda libre.
Préstamos en moneda libre
El crédito actual es una máquina de fabricar dependencia y precariedad extrema. Las bancos crean dinero de la nada, lo prestan con juegos contables y exigen intereses desorbitados que crecen año tras año. Resultado: el prestatario paga dos veces. Primero devolviendo el capital y luego engordando a la institución que no produjo nada real. Familias que se endeudan de por vida, países del Sur ahogados en deudas públicas imposibles de pagar, y un dinero que circula sobre todo hacia la especulación en lugar de financiar proyectos útiles para la sociedad.
Con una moneda libre, el préstamo deja de ser un arma de dominación masiva para convertirse en una herramienta de solidaridad. Y el concepto es sencillo. La comunidad puede conceder directamente préstamos a sus miembros, por ejemplo, para financiar una granja ecológica, un taller artesanal o una cooperativa energética. Y al final, la devolución sirve para alimentar de nuevo ese fondo común, de modo que otros puedan pedir prestado a su vez y lanzar sus proyectos.
De nuevo, la gestión algorítmica juega un papel central. Las reglas de concesión, las condiciones de devolución o las garantías no se fijan en secreto por un banco o una financiera, sino que están inscritas en un código abierto. Así, cualquiera puede comprobar que las normas se aplican por igual a todo el mundo. Esto elimina de un plumazo el favoritismo y los privilegios de la autoproclamada élite, porque el dinero por fin circula en lugar de inflar los obscenos beneficios de una minoría.
Replanteando el crédito de esta forma, la moneda libre emanciparía a individuos y comunidades de la tiranía de las finanzas, en vez de encerrarlos en un ciclo eterno de deuda. Y eso ya sería un buen comienzo hacia un mundo más justo y habitable. ¿Tú qué opinas? Cuéntanoslo en el foro de NovaFuture.
Un seguro en moneda libre
El sistema de seguros actual está construido sobre la especulación y el engaño. Las aseguradoras cobran primas, invierten el dinero en los mercados financieros y hacen todo lo posible para limitar las indemnizaciones. Viven de la opacidad de los contratos, de exclusiones escondidas en la letra pequeña y de plazos interminables que imponen a los damnificados. Resultado: cuando necesitas tu seguro, muchas veces el dinero no llega o la compensación es muy inferior a lo que tus cuotas hacían esperar.
Con una moneda libre se podría imaginar un escenario totalmente distinto. En lugar de una empresa privada enriqueciéndose a tu costa, tu seguro funcionaría como una caja común gestionada colectivamente.
Concretamente, sería un modelo de seguro open source en el que cada miembro cotiza en moneda libre. Cuando ocurre un siniestro, la compensación se activa automáticamente según reglas claras, conocidas de antemano e inscritas en la blockchain. Así se elimina el papeleo inútil, la mala fe contractual y los holdings que ceban a sus accionistas con tu dinero.
El resultado: un sistema capaz de cubrir de verdad los riesgos cotidianos. Accidentes, enfermedades, robos, catástrofes naturales… Todo sin la lógica de exclusión permanente que domina hoy. Es decir, un sistema protector 100 % mutualista. Lo que supondría un cambio radical frente a la situación actual, donde un simple contratiempo puede tener consecuencias dramáticas.
Ejemplos de monedas libres y de código abierto
Ya existen iniciativas que demuestran en la práctica que esta alternativa no es una utopía. En Francia, la June, o Ğ1, funciona desde 2017. En este sistema operativo, cada ser humano crea la misma cantidad de moneda, llamada “dividendo universal”. La creación monetaria deja de estar reservada a los bancos o a los primeros en llegar, porque se reparte de forma equitativa entre todos los miembros. Nadie toma ventaja solo por estar cerca de la máquina de imprimir billetes. Y, en general, se obtiene una base excelente para establecer una renta básica universal. Pero ese es otro tema que trataremos con detalle en otra ocasión.
También en Europa, colectivos alternativos lanzaron FairCoin, una cripto pensada para servir de base a una economía solidaria y cooperativa. Esta alternativa la usan redes militantes y comunidades locales para organizar intercambios sin pasar por los circuitos financieros tradicionales. Aunque por ahora el proyecto sea limitado en alcance, demuestra que una moneda digital puede concebirse primero como herramienta social y política.
Además está Librecoin, una experiencia más reciente que busca alejarse de la lógica especulativa y mantenerse fiel al espíritu del software libre. Su objetivo no es disparar en bolsa, sino construir una infraestructura monetaria transparente.
Claro, todos estos ejemplos siguen siendo marginales frente al océano de criptos especulativas. Pero prueban de manera incontestable que una moneda digital puede existir fuera del casino financiero y concebirse como un bien común. La verdadera pregunta no es si es posible, porque acabamos de ver que sí lo es. La pregunta es: ¿tendremos el coraje colectivo de hacer vivir estos modelos frente a los gigantes de las finanzas y sus falsas promesas de riqueza?
¿Cómo participar ya mismo en una moneda libre?
El primer paso es muy simple: ya hay comunidades activas que usan monedas libres a diario. Basta con unirte para empezar a intercambiar. Por ejemplo, la comunidad Ğ1, que se pronuncia “June”. Funciona desde hace varios años y reúne a varios miles de usuarios. Para participar solo tienes que instalar Cesium, una billetera libre que te permite crear una cuenta, recibir tu dividendo universal y gestionar tus transacciones. Así que, si no quieres líos técnicos, es una puerta de entrada accesible para cualquiera y realmente fácil de usar.
Pero la Ğ1 no es el único ejemplo. En otros países, proyectos alternativos experimentan con enfoques similares, siempre en código abierto y siempre fuera del sistema bancario. Así que, si de verdad quieres unirte a la economía libre, ponte a investigar. No tardarás en encontrar opciones.
Mientras tanto, hablemos del segundo nivel de implicación, para quienes quieran ir más allá de ser simples usuarios. Participar en una moneda libre no es solo usarla, es también ayudar a que funcione. En el caso de la Ğ1, el software Duniter garantiza el funcionamiento de la blockchain y calcula el dividendo universal. Instalar Duniter en tu servidor significa contribuir directamente a la seguridad y sostenibilidad del sistema. Así te conviertes en un eslabón esencial de la red y ganas el respeto de la comunidad.
Y en un tercer nivel, para quienes tienen competencias técnicas más avanzadas, existen otras opciones. Como alojar tu propio nodo Ethereum con Geth o Nethermind, lo que te permite no depender de intermediarios como Infura ni de los GAFAM. Si quieres intercambiar de persona a persona sin pasar por una bolsa centralizada, el protocolo Bisq lo hace posible. Y para almacenamiento, sistemas como IPFS o Arweave te permiten hospedar y compartir datos fuera de los servidores privados de los gigantes de internet.
En resumen, tienes tres puertas de entrada. Puedes empezar fácilmente abriendo una billetera libre en unos pocos minutos. O puedes contribuir más a fondo alojando un nodo y reforzando la infraestructura técnica de las redes alternativas. Y, si tienes las competencias, puedes incluso ayudar a construir y alojar las redes en sí. En cualquier caso, dejas de ser alguien que sufre el sistema para convertirte en protagonista de un mundo donde la economía por fin rima con bienestar.
¿Y ahora qué? ¿Cuál es el siguiente paso?
Este artículo está lejos de ser una conclusión. Ni siquiera he citado todos los proyectos en curso en el terreno de la moneda libre. Pero si formas parte de uno de ellos, déjanos un mensaje en el foro y sabremos darle la visibilidad que merece. Mientras tanto, ya tienes bastante información para pasar a la acción y convertirte, poco a poco, en un verdadero experto en economía libre.
Eso sí, seamos claros: el papel de NovaMag es informarte correctamente sobre alternativas al sistema actual. Y ya con eso es bastante. Fuera de esta misión, no estamos aquí para imponerte nada ni para que te lances a ciegas. Especialmente con un tema como el dinero, libre o no, hay que ser extremadamente prudente. Así que no queremos enterarnos después de que perdiste tus ahorros en un plan cutre. Sí, explora el mundo simpático de la moneda libre, pero mantente siempre alerta. Y si necesitas un consejo o información extra antes de actuar, no dudes en usar nuestro foro dedicado a la economía alternativa.
Para terminar, este artículo me ha llevado muchas horas de trabajo. Y como mencioné al principio, incluso perdí 10 € investigando el mundo de los shitcoins. Así que, si apreciaste este contenido, dedica 20 segundos a invitarme a un café –o varios– en Buy me a Coffee. Y otros 20 segundos a compartir este artículo en tus redes. Tienes botones de compartir rápido un poco más abajo. Mientras tanto, cuídate mucho y nos vemos pronto con nuevas alternativas igual de apasionantes.