Tierra cruda : guía práctica para una construcción bonita y duradera

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Familia posando delante de una casa de tierra cruda

A primera vista, la tierra cruda puede parecer insignificante. Sin embargo, es uno de los materiales de construcción más subestimados del planeta. Es sencilla de aplicar, muy económica y sorprendentemente eficaz en muchos aspectos. Por suerte, está volviendo con fuerza al mundo de la bioconstrucción. Tanto si te apasiona la autoconstrucción como si buscas un modo de vida más saludable, esta ficha puede darte más de una grata sorpresa.

La larga historia de la construcción con tierra cruda

Desde tiempos inmemoriales, la tierra cruda ha sido uno de los aliados más fiables para levantar refugios. Desde chozas primitivas hasta palacios majestuosos, pueblos de todo el mundo llegaron a construir ciudades enteras con este material. Mucho antes de la era del hormigón y del acero, la tierra y la madera eran la base de la vivienda humana.

Prehistoria

Miles de años antes de la escritura, los seres humanos ya utilizaban tierra cruda para construir sus viviendas. Pruebas arqueológicas muestran que, hacia el 380 000 antes de nuestra era, nuestros antepasados levantaban refugios temporales con madera, paja y piedras, a menudo completados con tierra.

Otro ejemplo llamativo son las viviendas semienterradas descubiertas en Mezhyrich, en la Ucrania central, de unos 15 000 años de antigüedad. Estas estructuras, compuestas por huesos de mamut, se cubrían con tierra y pieles de animales para mejorar el confort térmico. Todo ello testimonia el uso temprano y extendido de la tierra en la construcción prehistórica.

Antigüedad

En la Antigüedad, la arquitectura de tierra alcanzó niveles notables de sofisticación con el uso de adobes secados al sol. Y la tierra no se reservaba solo al campesinado, ya que también servía para construir templos, graneros y murallas urbanas. Conviene señalar que algunas de estas estructuras han resistido siglos y siguen intactas.

Edad Media

Durante la Edad Media, especialmente en ámbitos rurales, la tierra cruda siguió siendo un material de primer orden. Las técnicas evolucionaron, y el tapial, el entramado con barro y el cob se adaptaron a los distintos climas y culturas locales.

En Europa, muchas casas de entramado de madera empleaban rellenos de tierra que simplificaban la construcción. Y no eran edificios meramente funcionales, porque a menudo estaban finamente decorados y concebidos para durar. África tampoco se quedaba atrás. En Malí, por ejemplo, la Gran Mezquita de Djenné, construida en el siglo XIII, sigue siendo un monumento extraordinario inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Y no es más que un ejemplo entre muchos. En todas las regiones del mundo encontramos vestigios impresionantes de construcciones en tierra cruda e incluso edificios medievales aún totalmente preservados del paso del tiempo.

Época moderna

Con el auge de materiales industriales como el hormigón y el acero, la tierra cruda se fue borrando poco a poco de las obras modernas. Pero nunca desapareció del todo, ya que en muchas regiones del Sur global siguió siendo el material preferido para viviendas duraderas, económicas y adaptadas al clima. Hoy vuelve a ocupar un lugar destacado en Occidente dentro de la bioconstrucción, valorada por su baja huella de carbono, su confort térmico y su carácter auténtico. Por todas estas razones, en las escuelas de arquitectura se vuelve por fin a tomar la tierra cruda en serio.

Por qué la tierra cruda es un material tan especial

Contra lo que se suele pensar, la tierra cruda no es un excelente aislante térmico. Su conductividad es bastante alta, lo que significa que transmite con facilidad el calor y el frescor, a diferencia de los materiales diseñados específicamente para aislar. Esa debilidad queda ampliamente compensada por su inercia térmica excepcional, siempre que se utilice correctamente. Con una buena densidad, la tierra cruda regula con eficacia la temperatura y la humedad en el interior de las viviendas. El resultado son interiores frescos en verano y cálidos en invierno, lo que reduce de forma notable las necesidades de calefacción o climatización si el diseño global del edificio está bien planteado.

Otra ventaja nada desdeñable es el aislamiento acústico. Los muros de tierra cruda atenúan muy bien los ruidos exteriores y reducen las resonancias internas. Se crea así un ambiente tranquilo y muy agradable, especialmente apreciado en entornos urbanos.

Volvamos por último a la regulación natural de la humedad, una cualidad clave de la tierra cruda. Funciona así: cuando el aire interior está demasiado húmedo, la pared absorbe el exceso de humedad, y cuando el aire se vuelve demasiado seco, lo libera. Este proceso natural mantiene la humedad relativa interior alrededor del 50 al 60 %, ideal para el confort y la salud respiratoria. También ayuda a prevenir moho, condensaciones y aire viciado, sin recurrir a sistemas electrónicos complejos y costosos.

Tierra cruda y sostenibilidad: un material realmente circular

La tierra cruda se impone como uno de los materiales de construcción más sostenibles que existen. Y sus ventajas ambientales son numerosas.

1. Huella de carbono muy baja
La fabricación del cemento, componente base del hormigón, representa por sí sola alrededor del 8 % de las emisiones mundiales de CO₂. Se debe a un proceso extremadamente intensivo en energía, que consiste en calcinar piedra caliza a muy alta temperatura. En cambio, construir con tierra cruda requiere muy poca transformación y consume muy poca energía. Su huella de carbono es, por tanto, mínima.

2. Aprovisionamiento local y menos emisiones por transporte
La tierra cruda suele extraerse directamente en la obra o en las cercanías. Eso reduce drásticamente las necesidades de transporte. Elegir este material disminuye en gran medida la huella de carbono de los proyectos y apoya la economía local.

3. 100 % reciclable y biodegradable
Al final de su vida útil, la tierra cruda puede devolverse al suelo sin dañar el medio ambiente. Es un ejemplo perfecto de economía circular. A diferencia del hormigón, cuya valorización es muy difícil, la tierra utilizada en una construcción puede reutilizarse fácilmente para levantar otra.

4. Baja generación de residuos
La puesta en obra de la tierra cruda genera muy pocos residuos. Y cuando los hay, suelen ser piedras pequeñas que pueden aprovecharse en la propia obra, por ejemplo para realizar las cimentaciones. Esto refuerza aún más el carácter ecológico de la construcción con este material.

El coste de construir con tierra cruda

Con un presupuesto modesto y un poco de ingenio, es perfectamente posible construir una casa de tierra cruda que sea hermosa, sana y confortable. Más aún si combinas la tierra con madera reutilizada para la estructura. Al fin y al cabo, la tierra de tu parcela es gratuita, y las herramientas necesarias son sencillas y baratas. En cuanto a la madera recuperada, basta con ser un poco astuto para conseguirla a buen precio.

Como veremos en otra ficha, puede que tu suelo no contenga suficiente arcilla. En ese caso habrá que enriquecerlo con un aporte adicional. Nada de angustias, porque la arcilla en bruto es fácil de encontrar en la mayoría de regiones y sigue siendo mucho más barata que el hormigón u otros materiales modernos de precio desorbitado.

La mano de obra es otro factor clave que influye muchísimo en el coste total. Si implicas a algunas amistades o a voluntarios que puedas reclutar en la web, puedes ahorrar una cantidad muy importante en tu futura casa. En definitiva, puedes construir tu vivienda ecológica de tierra cruda por mucho menos que una supuestamente tradicional, sobre todo si eliges bien el terreno para tu proyecto.

Las principales técnicas de construcción con tierra cruda

No existe una sola manera de construir con tierra cruda. Durante siglos, pueblos de todo el mundo desarrollaron varios métodos, cada uno con su interés, sus limitaciones y sus usos específicos. Busques una maestría tradicional o un enfoque más moderno, seguro que hay una técnica adecuada para la configuración de tu proyecto.

Tapial

El tapial consiste en compactar tierra ligeramente húmeda entre tableros de encofrado hasta formar muros gruesos y sólidos. Se ejecuta por tongadas. Cada nivel se apisona con un pisón manual o con una herramienta de compactación. Es una técnica aún muy utilizada en Marruecos, donde pueden admirarse murallas de más de mil años construidas íntegramente en tapial.

No es un método para perezosos. El tapial avanza despacio y exige mucho físicamente. Todavía no existe una máquina capaz de compactar con la calidad que requiere. Si eliges esta vía, prepárate para jornadas largas y agotadoras. A cambio, el resultado es magnífico, y tu construcción puede durar siglos si haces buenas cimentaciones.

Ladrillos de tierra cruda (adobe)

Los adobes se fabrican normalmente con una mezcla de tierra y paja para limitar las grietas. Para hacerlos se usa un molde de madera o acero que se rellena con esa mezcla. Se compacta con la mano, se desmolda y se deja secar varios días. Un buen consejo: nunca dejes que tus ladrillos se sequen al sol directo. Si se secan demasiado rápido, es probable que se agrieten. Déjalos secar con calma a la sombra para obtener mejores resultados.

También existe el método de ladrillos comprimidos con la conocida prensa Cinva-Ram, diseñada en Colombia en 1956 por el ingeniero Raúl Ramirez. Esta prensa de baja tecnología, muy eficaz, tiene planos fáciles de encontrar en línea y puede fabricarla cualquier soldador competente. Frente al adobe simple, permite producir piezas mecánicamente más resistentes y que se secan mucho más rápido. En ambos casos, los ladrillos se asientan con el mismo material con el que se fabricaron, es decir, la misma tierra mezclada con un poco de agua para formar una pasta tipo mortero. La albañilería se realiza con los mismos principios que con ladrillos cocidos o bloques de hormigón.

Personalmente, me encanta construir con este tipo de ladrillos grandes. Antes de empezar, ten en cuenta dos cosas importantes. Primero, necesitas un gran espacio cubierto para el secado, protegido tanto del sol directo como de la lluvia. Olvídate de los plásticos, porque la humedad se acumula debajo y acaba arruinando toda la producción. Lo ideal es disponer de una nave bien ventilada junto a la obra o construir un cobertizo provisional. Segundo, estos ladrillos pesan. Mucho. Las primeras hiladas van bien, pero cuanto más sube el muro, más tiran de brazos y espalda. Prepárate para un esfuerzo físico considerable y para algunas agujetas.

Bloques de tierra comprimida (BTC)

Los bloques de tierra comprimida han ganado muchísima popularidad en los últimos años. La receta es simple: tierra tamizada con una pequeña adición de cemento o cal. La mezcla se comprime con fuerza mediante una prensa hidráulica que puedes fabricar tú mismo si tienes buena mano para el bricolaje. También puedes alquilar una, aunque suele salir caro.

Las ventajas son numerosas. Los bloques pueden usarse casi de inmediato, se encajan con mucha facilidad y requieren pocas destrezas de albañilería. Un revoco no siempre es necesario, ya que resisten bien la intemperie. Estéticamente son una maravilla. Incluso puedes añadir pigmentos naturales a la mezcla para obtener tonos personalizados. Para muchas personas que construyen de forma ecológica, esta técnica es un excelente equilibrio entre exigencia ambiental y modernidad.

Earthships, ecodomos, superadobe y la ilusión de Instagram

Estos métodos apilan neumáticos o sacos de plástico rellenos de tierra, como en las cúpulas de superadobe. Sí, las fotos quedan preciosas y la estética artesanal con toque new age tiene su encanto. Desde el punto de vista estructural y térmico, sin embargo, es un callejón sin salida. Los mencionamos aquí a título informativo, pero hablemos claro: en la mayoría de climas templados, estos enfoques no son viables. Su interés ecológico sigue por demostrar y, en lo que a mí respecta, no lo veo. Construir tu casa con plástico o con neumáticos equivale a rodearte de contaminantes eternos.

Tomemos además las bóvedas nubias, que algunas personas intentan levantar en regiones templadas y húmedas. Es un sinsentido, porque están concebidas para zonas muy cálidas y extremadamente áridas, no para inviernos fríos y lluviosos. Experimentar está bien. Pensar un mínimo, mejor. Para que una vivienda sea confortable y duradera, debe ante todo estar perfectamente adaptada a su entorno.

Enlucir un muro de tierra cruda: lo que funciona y lo que debes evitar

¿No te convence el aspecto rudo del ladrillo visto? ¿Prefieres paredes perfectamente lisas y del color que te guste? Sin problema. Puedes enlucir tus muros de tierra cruda. Es incluso muy recomendable, pero no con cualquier cosa.

Seamos objetivos. Un revoco 100 % de tierra puede aportar un efecto precioso en interiores y no presenta problemas allí. En exteriores la historia cambia, porque ese tipo de revoco no aguanta bien en fachadas expuestas al viento y a la lluvia. La mejor opción para un acabado sólido y duradero es una mezcla bien ajustada de tierra y cal que funcione tanto en interior como en exterior. La cal aumenta la resistencia y la tenacidad al agua, a la vez que deja respirar el muro. Esto último es fundamental, ya que si bloqueamos los intercambios de humedad, perdemos una de las grandes virtudes de la tierra cruda: su capacidad natural para regular la higrometría.

Además, partiendo de esta base puedes añadir color fácilmente. Basta con incorporar pigmentos naturales al revoco. Por ejemplo, el óxido de hierro ofrece rojos profundos, el ocre aporta amarillos cálidos y el carbón vegetal crea grises terrosos muy bellos. Para un blanco mate elegante, remata tu enlucido de tierra y cal con una capa de lechada de cal, una mezcla tradicional de agua y cal que aporta un acabado sobrio y luminoso.

Y sobre todo, nunca cometas el gran error de usar un revoco de cemento sobre un muro de tierra. El cemento forma una costra dura e impermeable que atrapa la humedad en el interior. En pocos años, la presión de esa humedad degradará por completo el muro y arruinará tu trabajo. Quédate con materiales compatibles y transpirables, preferiblemente los más ecológicos que puedas conseguir.

El truco que no te esperabas

¿Tu casa ya está construida pero aun así quieres beneficiarte de la tierra cruda? Agárrate, porque lo que viene puede darte ideas muy buenas.

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¿Quieres construir una casa ecológica hermosa que dure más de un siglo? ¡Consulta a un arquitecto!

Cuando estás enfermo vas al médico. Si tienes un problema legal, consultas a un abogado. Si tu coche se avería, vas al taller. Y cuando quieres construir una casa en serio, acudes a un arquitecto. No tiene más vuelta de hoja.

Sí, trabajar con un arquitecto que domine la construcción con tierra cruda no es gratis. Pero el dinero que inviertas puede ahorrarte miles de euros en daños y meses de quebraderos de cabeza. Levantar una casa a base de tutoriales de YouTube es más que arriesgado, es una temeridad. Incluso yo, tras muchos años impulsando proyectos de bioconstrucción, paso cada concepto por las manos de un arquitecto cualificado. Es pura profesionalidad y sentido común.

Un arquitecto no se limita a dibujar planos bonitos. También se asegura de que tu edificio resista el paso del tiempo, cumpla las normas locales de seguridad y urbanismo, se adapte a tu clima y a la naturaleza de tu suelo, además de muchos otros parámetros que no se pueden ignorar. De hecho, al construir no se puede descuidar nada.

¿Y qué pasa con los supuestos especialistas que arrasan en TikTok o Instagram? Desaparecen en cuanto las cosas se tuercen. Sin atención al cliente y sin garantías. Si quieres una casa confortable que aguante cien años o más, recurre a profesionales y no a comunicadores sin competencias reales. Nos lo agradecerás más adelante.

Conclusión: esto es solo el comienzo de tu aventura con la tierra cruda

Esperamos que esta ficha técnica te haya despertado ganas de saber más sobre la tierra cruda. En la próxima, dedicada al mismo tema, pasaremos a la práctica. Encontrarás técnicas contrastadas sobre el terreno e información clara para ayudarte a diseñar el proyecto de tu futura casa, incluso con un micro presupuesto. Mientras tanto, puedes darnos un empujón invitándonos a un café y compartiendo esta ficha en tus redes. Gracias por adelantado.

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