
El progreso social no se consigue con ruido en las redes sociales ni gritando consignas vacías en la calle. Y además de eso, cada acción mal pensada solo perjudica la causa que se supone que debes defender. En esta guía veremos cómo es posible avanzar finalmente hacia el éxito en la lucha contra las injusticias y en la defensa de nuestro entorno.
Los medios de comunicación masivos pertenecen todos a multimillonarios que no tienen absolutamente ningún interés en nuestros derechos fundamentales ni en la ecología. Por eso buscan constantemente cualquier pretexto para desacreditar las causas progresistas. ¿Y adivina qué? Hay activistas ingenuos que les dan exactamente lo que esperan. Es decir, acciones impulsivas y a menudo rozando el ridículo que no sirven para nada. Así que si quieres un verdadero cambio hacia un futuro positivo, empieza por reflexionar y hacerte las preguntas correctas.
¿Por qué tanta rabia?
Entre las injusticias, la corrupción, las desigualdades y la destrucción de nuestro planeta, hay todas las razones para estar indignado. Y cualquier persona con un mínimo de humanidad debería estarlo frente al sistema actual. Pero aquí está el problema: la rabia por sí sola no cambia nada. Peor aún, puede volverse en tu contra de forma espectacular. Entonces, al final, ponerse a la opinión pública en contra, ¿para qué sirve? ¿Hace temblar los cimientos del poder? ¿Provoca un verdadero cambio positivo? ¡La respuesta es no! Solo alimenta la división y, al final, todos terminamos retrocediendo en lugar de avanzar. Así que si realmente queremos ganar algunas batallas, tenemos que ser mucho más inteligentes que el sistema.
El mito del pacifismo que hace avanzar
La idea de que el pacifismo pasivo puede derrocar a los opresores no es más que un vestigio de la era hippie de los años 60 y 70. Sí, reconforta creer que sentarse en círculo y tomarse de las manos va a cambiar el mundo por arte de magia. Pero la realidad es que los pacifistas pasivos suelen acabar golpeados, detenidos o gaseados. Así que eso no sirve absolutamente para nada.
Apegarse ciegamente a ilusiones reconfortantes es la enfermedad heredada de los pacifistas. – Jacques Faizant
¿Y Gandhi? No liberó la India solo con la fuerza de la resistencia pacífica, porque la verdad es que la desobediencia civil condujo a la violencia. No por parte del propio Gandhi, sino porque provocó una represión brutal. Y no olvidemos que al principio de su vida animó activamente a los indios a apoyar el esfuerzo de guerra británico y que también tuvo posturas asquerosas sobre la cuestión racial. Así que volvemos siempre al mismo punto, porque los opresores nunca renuncian al poder solo porque se lo pidamos amablemente. Eso nunca ha funcionado y tampoco funcionará en el futuro. Simplemente porque solo una presión enorme puede desalojar a dirigentes que se aferran al poder como garrapatas al cuello de un perro.
Falsos profetas y gran traición
Las generaciones supuestamente revolucionarias que antes predicaban el amor y la armonía con la naturaleza terminaron devorando el planeta más rápido que todas las anteriores. Porque esos mismos hippies que rechazaban el materialismo terminaron adoptando el sistema más consumista de la historia. Así que la contracultura de los años 60 y 70 no es más que una traición entre muchas otras.
Luego llegaron los gurús de la tecnología y los mesías del New Age que vendían espiritualidad como si fuera un producto, escondiéndose detrás de citas budistas. Steve Jobs y los de su especie no cuestionaron el orden mundial. Al contrario, lo perfeccionaron al convertir la contracultura en la estafa más lucrativa del capitalismo.
Y hoy hemos llegado al punto en que celebridades lloran frente a las cámaras por el cambio climático mientras viajan en jet privado. Su supuesto activismo no es más que puro marketing, porque si realmente quisieran cambiar el mundo usarían su riqueza obscena para sacudir el sistema en lugar de firmar peticiones inútiles entre dos cenas de gala.
Al final, estos no son más que ejemplos entre muchos otros. Y aun así, a pesar de todas estas manipulaciones, una mayoría de activistas sigue aferrándose a la fantasía de un hombre providencial que aparecerá de la nada para arreglarlo todo. Solo que eso nunca va a pasar y es mejor así. El verdadero cambio no vendrá de un político, ni de un multimillonario, ni de una estrella mediática, porque solo puede venir colectivamente a partir de ciudadanos y ciudadanas solidarios.
¿Tenemos que luchar?
Luchar de manera efectiva por el cambio no significa prender fuego a todo ni lanzar adoquines contra la policía. Es una cuestión de estrategia e inteligencia, porque la violencia estéril es el arma de quienes ya han perdido. Así que si tu única respuesta ante la injusticia es destruirlo todo, estás jugando exactamente el papel que el sistema espera de ti. Es decir, te conviertes en un adversario fácil de demonizar, una amenaza que justifica la represión. Además, ¿cuáles son tus posibilidades de victoria frente a fuerzas antidisturbios sobreequipadas? Prácticamente ninguna. Lo único que vas a conseguir es que te golpeen, con el riesgo de acabar mutilado o incluso peor.
El valor no cede ante la desgracia. – Publilio Siro
En NovaFuture no promovemos la violencia. No porque seamos ingenuos, sino simplemente porque es una causa perdida. Y desde nuestro punto de vista, la única situación en la que la violencia está justificada es únicamente cuando ya no queda ninguna otra opción en un verdadero caso de legítima defensa. En todas las demás situaciones, el verdadero desafío es liberarse lo máximo posible del sistema para que desaparezca por sí solo. Es decir, volverse lo más autónomo posible. Primero porque eso demuestra, ante la mayoría de la población que sueña con ello, que sí es posible. Porque, en el fondo, aparte de los parásitos que se han apropiado de toda la riqueza, todos los demás están hartos de perder la vida intentando ganársela. Y segundo porque hay que dejar de alimentar esa otra fantasía que consiste en pensar que se puede cambiar el sistema desde dentro. ¡No, no es posible! Simplemente porque la única forma de volver obsoleto al sistema es dejar de alimentarlo por completo. Como prueba de ello, las acciones de boicot de bienes o servicios son muy eficaces para lograr resultados cuando son seguidas. Y se puede observar el mismo fenómeno durante las huelgas generales. Esto confirma que la estrategia correcta consiste en construir alternativas positivas con total independencia. Y si logras hacer eso, pronto te darás cuenta de lo eficaz que es.
¿Y ahora?
En NovaFuture no perdemos el tiempo con acciones vacías de sentido. Nos concentramos únicamente en métodos que funcionan y estrategias comprobadas que tienen un impacto real. Porque nuestro objetivo no es simplemente resistir, sino vencer las injusticias para avanzar hacia un futuro mucho mejor que el que nos imponen los multimillonarios y los gobiernos que no son más que sus marionetas.

Para hacerlo, el primer paso es hablar entre nosotros para poder organizarnos. Porque para ser eficaces es absolutamente necesario contar con colectivos independientes que funcionen fuera de toda influencia dañina. Así que si quieres transformar tu frustración en acción constructiva, empecemos por conocernos en el foro, y ese será un buen punto de partida para avanzar hacia un futuro deseable. Además, en el sitio encontrarás muchas herramientas para ayudarte a ser autónomo. Pero, sobre todo, encontrarás personas que están realmente dispuestas a apoyarte en cada paso de tu emancipación del sistema.
Entonces, ¿todavía no estás activo en el foro? Anímate un poco y únete a NovaFuture, un proyecto 100 % libre y 100 % abierto, y verás que muy pronto podrás encontrar tu lugar entre nosotros. Puede que aún no seamos miles, pero estamos aquí para ti, aunque no sea fácil dar a conocer nuestra iniciativa cada día. A pesar de eso, seguimos motivados y optimistas porque lo único que nos importa es ayudarte a que tú también estés motivado y optimista. Así que hablemos, y ese ya será un buen punto de partida para ir más lejos. Y en cualquier caso, gracias por seguir a NovaFuture.